miércoles, 15 de diciembre de 2010

Capitulo 4....Nos cuentas o tendras poblemas


Cuando llegué al hotel era la 1:00 p.m, subí rápidamente y me dirigí a la habitación de las chicas. Cuando entre Vane y Ali estaban muertas de la risa viendo una película de terror.

-¿Cuál es el chiste para yo también reírme?-les dije alzando una ceja
-Es…que… los efectos… especiales son… ¡ABSURDOS!-dijo Vane explotando de la risa.
-¡Nada más mira! es ridículo en exceso-dijo Ali riendo también
-Bueno pequeñas bufonas, arréglense que vamos a salir-dije mientras apagaba el TV y el DVD
-¡GENIAL!-dijeron ambas saltando de la cama y corriendo al closet
-Voy a estar en mi habitación-les dije- búsquenme cuando estén listas-

Salí de allí y en el camino me encontré a mamá, me preguntó cómo me había ido en mi paseo, le respondí que bien y aproveche para recordarle que me llevaría a Vanessa y a Alisha de paseo. En realidad me había ido mejor que bien, había visto al hombre más hermoso del mundo y al parecer yo era de su agrado. Entré a mi habitación y me tiré en la cama mordiéndome el labio, solo pensaba en ese chico… sus ojos verdes, su cabello, lo único que había en mi mente era él, pero eso estaba mal ¿o no?, soy un vampiro y él un humano ¡son nuestra presa natural! Uno nunca ve un jaguar enamorado de una gacela, jamás de los jamases, pero aunque sabía que estaba mal no podía dejar de pensar en él, sentía como si de repente mi corazón, que dejó de latir hace ya bastante tiempo, no estuviera en el lugar que le correspondía, como si ya no estuviera allí. De repente Alisha y Vanessa estaban al frente de la cama, Ali con los brazos cruzados y Vane con las manos en la cintura, ambas alzando una ceja


-En que piensas tanto Char?-me preguntó Vane
-En nada-dije parándome- si ya están listas, vámonos entonces-dije para tratar de cambiar el tema.
-A ti te pasa algo y nos lo vas a contar-dijo retándome Alisha con una sonrisa de suficiencia, un pequeño gruñido escapo de mis labios.
Maldición, no funcionó, pensé-Esta bien, les diré-dije rindiéndome
-Capaz y se comió un “Plato Francés”- le dijo Vanessa a Ali
-no me comí ningún “plato francés”-dije yo- son demasiado lindos para comérselos- la imagen de mi sueño, en la que estaba a punto de morder al chico llego de repente a mi mente, la borre o por lo menos la metí en el agujero más profundo de mi mente

Empecé a empujar a las chicas para salir de mi habitación y comenzar el paseo, bajamos al estacionamiento y nos subimos al auto rentado que teníamos, un Mercedes descapotable negro súper lujoso con asientos de cuero color crema y obviamente muy veloz. El día era algo nublado asi que podríamos andar con el techo abajo sin problemas, comenzamos a andar y como las chicas tenían el cabello suelto se les alboroto por el viento. Las llevé a parques, plazas, museos, etc. Gozamos un montón pero luego de tanto alboroto a Vanessa le dio hambre así que la llevé a cenar a un restaurant en el centro, muy hermoso y elegantísimo, por suerte y gracias a Marry Ann, las muchachas andaban siempre muy bien vestidas por lo que estaban acorde con el lugar   

Mientras Vanessa se comía gustosamente su cena, un plato de espaguetis a la boloñesa, y Alisha y yo sufríamos con un pequeño plato de ensalada, porque estamos acostumbradas a alimentarnos de sangre solamente, Vanessa y Ali se acordaron de que les había prometido contarles el porqué de mi actitud
-¡De acuerdo¡ de acuerdo¡ les voy a contar-dije yo- Bueno mientras paseaba esta mañana, un momento…¡¡ Mentiras ¡!Todo empezó con un sueño-comencé