viernes, 20 de abril de 2012

Capitulo 31... La Pelea



 EH VUELTO¡¡¡¡ disculpen la tardana chicas, pero el colegio me tenia absorvida.... Le doy la Bienvenida a la nueva lectora, aLucinada. Respecto al tu comentario tienes razon, no se puede leer muy bien, pero voy a dejarlo asi ya que dentro de poco comenzare con la secuela de El Viaje a mi Felizidad y voy a remodelar el blog. de todas formas gracias por tu comentario.
A las demas.... espero que disfruten este capitulo. Pronto volvere con el ultimo capitulo y el Epilogo
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POV Charlotte:
Estábamos todos listos, parecíamos sacados de una película de acción, cada uno con mirada asesina pensando en cómo acabar rápidamente con esto. Alejandro chasqueo los dedos y todos los vampiros que estaban con él salieron corriendo para envestirnos.

Toda mi familia salió corriendo también separándose y saliendo con sus distintos objetivos del claro. Solo quedábamos Vicko, Angelo y yo en el claro junto con Alejandro, Antonia y Miguel.

-Alejandro es mío- murmure y salí corriendo para atacar a Alejandro y empezamos todos a pelear. Antonia atacaba ferozmente a Angelo pero este se defendía muy bien de sus ataques, mientras tanto Vicko en su forma de lobo devoraba y despedazaba a Miguel sin un ápice de misericordia. Alejandro y yo nos mirábamos a los ojos y caminábamos en círculos esperando para ver quien atacaba primero.

Escuchaba los gritos de pelea por todo el bosque, no sabía si los que gritaban era el resto de mi familia, pero no podía preocuparme de eso ahora, tenía que acabar con Alejandro de una vez por todas, vengarme por todo el sufrimiento que pase por su culpa. Ya después entraría en depresión si algo le pasaba a mi familia.

-Porque no te limitaste a dejarme en paz- gruñí mientras seguíamos dando vueltas

-Porque yo todas las cosas que quiero las consigo- respondió tajante- y tu no serás la excepción

-Te equivocas- le dije. Un leve movimiento de dedos me señalo que él me atacaría mientras hablaba, así que me prepare para esquivar cualquier cosa- Yo no soy una cosa- y apenas dije esto el lanzo su puño hacia mi cara pero yo fui mas rápida y salte cayendo de pie detrás de él.

Aproveche la oportunidad y le pateé la espalda haciéndolo caer, escuche un grito proveniente de Angelo y me gire instintivamente. Antonia había clavado una piedra filosa en su mano, Angelo el saco y observo asombrado como su piel se regeneraba rápidamente. Me dirigió una mirada tranquilizadora que luego paso a desesperación. Entendí el mensaje y me gire en el mismo momento en el que Alejandro me golpeaba con una rama de un gran árbol, el golpe me tiro lejos pero me levante rápidamente. Con mi poder mental comencé a lanzar ramas, piedras y cualquier cosa que pudiera infringirle aquel daño. Escuche un chasquido y vi por el rabillo del ojo como Vicko terminaba de destrozar el cuerpo de Miguel, y clavaba con su hocico una enorme estaca en el pecho hecho añicos de Miguel. Inmediatamente su cuerpo se deshizo y el viento se lo llevo.

-Están cayendo uno a uno. Ríndete- le grite a Alejandro sin dejar de lanzarle cosas que el destrozaba la mayoría de veces. El grito desgarrador de Antonia apoyo lo que acababa de decir. El rostro de Alejandro, desfigurado por el miedo, comenzó a buscar por todos lados a sus aliados, pero solo aparecía mi familia- Estas acabado.

Di un paso, y el retrocedió uno, di otro paso y el también retrocedió, di otro y el también retrocedió. Estaba a punto de lanzar una estaca justo a su corazón cuando el leve quejido de Angelo me desconcentro. Observe aterrorizada como el color volvía al cuerpo de Angelo, como el brillo dorado desaparecía de sus ojos y por ultimo como sus latidos volvían a ser normales. Alejandro soltó una risa macabra como la de los villanos de las películas y en menos de 1 segundo estaba con su brazo alrededor del cuello de Angelo, nuevamente.

-Ahora Charlotte, es tu turno de ver la muerte- dijo Alejandro aun con una sonrisa de victoria en su rostro. Abrió su boca y dejo ver los largos y filosos colmillos, cada vez estaban más cerca del cuello de Angelo, de MI Angelo, no podía permitir esto. Jamás en la vida quise que Angelo dejara de ser humano, es lo que siempre quise volver a ser y no dejaría que Alejandro le quitara la vida de esa forma al ser que mas amaba en el mundo.

Salir corriendo desesperadamente en su dirección y jale a Angelo sacándolo del agarre de Alejandro. Clave la jeringa con el veneno en el mismo instante en que los colmillos de Alejandro se clavaban en mi cuello. Ambos gritamos del dolor, pero antes de caer Alejandro saco la jeringa de su corazón  y el clavo en mí estomago. El cayo muerto al insante mientras yo me tambaleaba de un lado a otro con las manos en el estomago.

Sentia que las piernas me fallaba, el cuello me ardía como nunca y el estomago lo sentía cada vez mas frio. ¿Esto se sentía morir? Me tambalee una última vez antes de caer. Unos duros brazos me sostuvieron, ya no sabía dónde estaba ni quién era. ¿Qué me estaba pasando? ¿Era bueno o malo? ¿Por qué  alguien lloraba? ¿¡QUE RAYOS PASABA!? Lentamente los bordes de mi visión se volvieron negros y borrosos y poco después no escuchaba nada, no sentía nada, no veía nada. En pocas palabras. Estaba en la nada.


***
¿Estaba Muerta? Todo era negro, no podía moverme, no sabía quién era ni que pasaba, una espesura negra me tenia atrapada y sentía que hacia presión sobre mí para tratar de eliminarme. Lo único que era capaz de sentir era un horrible ardor en todo el cuerpo, como si me estuvieran quemando viva y mi sangre fuera lava.

¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Días? Quizá meses, o ¿Años?

PUM, PUM, PUM. Escuchaba levemente. PUM, PUM, PUM.

¿Qué era eso? ¿Un martilleo?
PUM, PUM, PUM.

Cientos de PUMs después sentí una leve presión en algún lugar de mí adormecido cuerpo. Eso era bueno, ¿no?

Casi 1000 PUM después de sentir la presión, el ardor disminuyo considerablemente y la espesura no era totalmente negra, ahora era gris con un pequeño punto blanco, ¿o era luz?

No sé cuánto tiempo paso, pero de pronto el ardor desapareció y la pesadez de mi cuerpo se desvaneció. Me sentía con fuerzas renovadas pero aun seguía sin saber quién era ni que había pasado conmigo. Escuchaba voces de hombres y mujeres que decían una y otra vez “Charlotte”, siempre eran las mismas voces, pero cuando menos lo esperaba otra vos distinta hablo. Me llamaba desde el pequeño punto blanco en la inmensidad gris, tenía que ir hacia ella, seguro lo que sea que hubiera después de ella sería mejor que cualquier cosa. Sentía que me acercaba cada vez más a al punto blanco, el cual se hacía más grande y cuando estuvo totalmente frente a mí. Entre en el.

***
Abrí los ojos lentamente, la luz era muy fuerte para ellos así que parpadee varias veces para adaptarme. Estaba en un cuarto blanco sobre una camilla de hospital. ¿Estaba en un Hospital? ¿Qué hacía yo en un hospital? Y los mas importante ¿Quién era Yo? Alguien apretó mi mano llamando mi atención. Un hermoso chico de cabello rubio, unos hermosos ojos verdes y una sonrisa que hacía que me temblaran las piernas. Algo me decía que le conocía, que sabía quien era, ¡pero no podía recordar! Quería hacerlo pero no podía, y eso me estaba matando.

El chico alzo su mano y roso mi mejilla suavemente con la punta de sus dedos, y en ese instante los recuerdos me golpearon como una avalancha. Mi pasado, mi conversión, mi nombre, mi familia, porque estaba aquí y lo recordé. A Él.

-Angelo- susurre. Había un pequeño detalle, esa no era mi voz. Esta era más ruda, la mía era más suave, delicada. Esta era todo lo contrario a lo que recordaba de mi voz.

-Aquí estoy Char- respondió. Sonrió al ver la extraña expresión que tenia por mi nueva voz- Aquí estaré para siempre

Apenas termino de hablar se inclino sobre mí y me dio el mejor beso de todos.